A diferencia de muchos otros órganos, el hígado es capaz de regenerarse casi por completo. Para lograrlo, primero debe estar libre de cualquier enfermedad y evitar el consumo de alcohol, ya que daña sus funciones, entre ellas la capacidad de regeneración. 

En los casos en los que el daño es menor, como una fibrosis temprana o una cirrosis baja, el tiempo de regeneración es aproximadamente de 6 meses a 1 año. En afectaciones más graves, como una cirrosis en etapa avanzada, la regeneración puede llevar hasta 4 años. 

El hígado, es capaz de hacerlo mediante la multiplicación de sus células, que al hacerlo regeneran el tejido. Las células principales de estos tejidos se llaman hepatocitos y son las primeras en reproducirse cuando es necesario. Además, inducen a que otras células se activen con el mismo propósito. A este proceso lo conocemos como mitosis. 

La mejor forma de ayudar a tu hígado a regenerarse es purificándolo de manera natural. 

Bebe abundante cantidad de agua, esto ayuda a que todo tu cuerpo se desintoxique, te brinda la hidratación necesaria y ayuda a filtrar las toxinas. El té verde también puede darte una mano, ya que es rico en catequina, un antioxidante vegetal que ayuda al funcionamiento hepático y reduce la cantidad de grasa acumulada en el hígado. 

También la alimentación es clave, consume alimentos saludables como la cúrcuma, remolachas, ajo, aguacates, frutos secos, etc. 

Lo más importante, es que no olvides que lo mejor siempre será que tu hígado no reciba golpes y no se vea en la necesidad de regenerarse. Por eso, evita los excesos y protege tu hígado ante cualquier riesgo.